Adiós unión

Empieza la liga. Todo el mundo quería que empezase, todos vibrantes para ver lo que hace el equipo de su tierra y, además, uno de los 2 grandes. Todos creemos que la llegada de la Liga es una maravilla, pero, ¿nos hemos parado a pensar en ello?

Comparemos la Liga con alguna competición por países (pongamos el ejemplo más reciente: la Eurocopa):

En la Eurocopa, toda España iba de la mano. Los madridistas de cuna admiraban y resaltaban el juego de Iniesta, los cortes de Piqué y la organización de Xavi; mientras los culés saltaban con las paradas de Casillas, celebraban el doblete de Xabi Alonso contra Francia y llenaban de piropos a Ramos tras el penalti ante Portugal. Y todo esto por no hablar de la celebración posterior: la Cibeles y Canaletas tenían el mismo color.
Pero llega la Liga, y los culés dirán que Casillas es malísimo con los pies, que Arbeloa no sabe jugar, que Ramos es un chulo y que Xabi Alonso no sabe organizar (véase lo que publica hoy Mundo Deportivo); y los madridistas aplaudirán las declaraciones de Mourinho contra el juego de toque, dirán que Busquets sólo sabe tirarse, acusarán la mala forma de Piqué a sucesos más rosas que futbolísticos, pondrán a Iniesta por debajo de Özil (una de las burradas más oídas) y generalizarán ridiculamente insultando con un 'catalufo'.

Todos aquellos comentarios, comparados con los que se hacían en la Eurocopa, son muy distintos. Es la hipocresía del fútbol, en el cuál el forofo sólo ve lo que él mismo quiere, y eso hace mucho daño a grandes sectores relacionados con el deporte, entre ellos el periodismo deportivo.

Sinceramente, estos son los motivos por los cuales pienso que, en el mundo del fútbol, cualquier verano pasado fue mejor.